El proceso del desarrollo humano fue imponiendo al homo sapiens una multitud de problemas cuyas soluciones fueron mejorando sus condiciones de vida en su camino hacia su sostenibilidad en el planeta.
De esta forma se utilizaron los recursos que la naturaleza puso a disposición de la conservación de la especie que de manera simple solo había que tomarlo y utilizarlo. De esta manera el hombre protegió su grupo tribal de las variaciones del tiempo utilizando los beneficios del bosque y las cuevas, los recursos mineros de forma natural y los restos de conchas para usarlos como vasijas y simples instrumentos de trabajo.
Del reino animal tomó las pieles para protegerse del frío y el sol, mientras la carne le servía de alimento realizando así disimiles actividades que le permitían estos rústicos instrumentos.
Pero la mayor utilización que dio al hombre de la naturaleza estuvo en el reino vegetal pues de él tomó las plantas que le sirvieron de alimentos, para la construcción de sus casas y navíos, para calmar las dolencias de las enfermedades, para usarlas en sus maquillajes para los rituales mágicos – religiosos y también tomó conciencia de los valores estéticos de este mundo.
En una etapa más avanzada en que el hombre aprendió a domesticar las plantas, procedió a clasificarlas y seleccionarlas para diferentes usos. En ese desarrollo cognitivo se fue estableciendo la relación entre los valores nutritivos, cosméticos, decorativos y terapéuticos de ese inmenso mundo vegetal infinito en sus variedades y en su uso.
El siguiente enlace muestra una tabla resumen de algunas plantas medicinales y sus valores nutritivos, cosméticos y decorativos.
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